SOLIDARIDAD Y JUSTICIA


A fines de la década del setenta mi casa fue allanada por la policía rosarina: me llevaron detenido a los golpes, fui torturado, escrachado en los medios como uno de los responsables de la quema de un tren de pasajeros del Ferrocarril Belgrano proveniente de Santiago del Estero,
acusado de la destrucción total de la Estación Arroyito y también la de Empalme Graneros.

Gracias al dueño de Sucess Publicidad, Don Horacio Gáspary, comerciantes de la Estación Terminal de Omnibus Mariano Moreno, abogados y pruebas fehacientes, se testimonió y acreditó, que en el horario de los hechos yo me encontraba trabajando en la cabina de trasmisión de la referida terminal, por lo tanto no pude ser responsable de lo que se me imputaba. Fui absuelto de culpa y cargo oportunamente.

Ahora bien, más allá de las torturas recibidas, del dolor de mi familia, de la deshonra gratuita de los medios, me quedó por aquella época una sensación amarga, de dolor, de injusticia, y fue al comprobar como una sociedad, en este caso mis vecinos, salían a decir anticipadamente: “Mirálo a Carlitos”, “Quien lo iba a decir”, “Teníamos un terrorista en el Barrio”, etc. etc.

La sociedad argentina es muy proclive a señalar, acusar, aún no estando con la certeza de la verdad, ni dicha la última palabra, ni la investigación concluída, ni la justicia expedida. Cuantas veces van presas personas inocentes, cuantas veces los diarios se equivocan, sin embargo, lo más cruel y doloroso de todo esto, es cuando las personas que nos rodean a diario, que conviven entre nosotros, te acusan o te señalan, aun tocando de oídos.

Ciertos comentarios que escuché ayer me dolieron y me llevaron a escribir esta entrada, que no tiene nada que ver con el propósito de este blog, pero si tiene que ver con un trabajador de seguros que hoy se ve injustificadamente involucrado en un estafa millonaria y que el diario LA CAPITAL y otros medios se encargaron de publicar. Esos comentarios me hicieron recordar aquellos vecinos que me señalaban sin tener la certeza fehaciente de las acusaciones, pero si las de sus mentes exclusivas y porque no enfermas.

Desde hace años que soy amigo de Carlos Alberto Signorile, del cual también creí que sus actividades tenían que ver con empresas de transportes, con el cual participé de decenas de reuniones y cenas en su domicilio de Pte. Roca y Riobamba, hoy supuesto cerebro y jefe de una organización de empresas “fantasmas”, a las que la Afip llama “usinas” o “Pantallas”, con el sólo efecto de falsificar facturas que les permitían a otras compañías evadir impuestos por cifras millonarias.

Dentro de este contexto delictivo se ve involucrado un compañero de trabajo, justamente un hermano de mi amigo acusado, cuando puedo dar fe que desde hace años estos hermanos no se hablan entre si, ni de forma familiar, comercial, profesional o empresarial. Por secretos de sumario no puedo ampliar más pero no debo dejar pasar esta injusticia, que pague el que tenga que pagar y no se involucre a un inocente.

Esta situación viene desde muchos años antes a los que el matutino publica sobre los hechos referidos y denunciados por la Afip. Yo soy uno más de los tantos amigos que podemos testimoniar la antedicha situación y estamos dispuesto hacerlo ante el juez que corresponda en salvaguarda de la honra y la envestidura de un ciudadano decente, como lo es Osvaldo Signorile.

Es por eso que debemos ser prudentes y mas solidarios que nunca, no señalemos a un compañero que está siendo victima por el solo hecho de portar un apellido, de que sea profesional y de ser hermano gemelo. Nada de comentarios inoportunos e incoherentes hacia un trabajador honesto: por él y su familia; no séamos cómplices de informaciones erróneas de un periódico o ante supuestas acusaciones que todavía no terminaron con su proceso judicial.

Pensemos en un compañero que ya tiene encima la terrible mochila de ser escrachado en los medios con todo lo que esto significa en nuestra sociedad. Pensemos que nos puede pasar a cualquiera de nosotros, a mi me pasó.

El tiempo y la justicia darán su propio veredicto y puedo asegurar que en este caso no se va a equivocar, aunque particularmente yo no crea en la misma, por experiencia propia, ciertos antecedentes de poderes políticos y por saber de algunos jueces corruptos. Fuí el primer ciudadano que denuncio al Ministro Tomada ante la oficina anticorrupción y ante la cámara de diputados de la nación. Recuse a jueces provinciales y federales por denegación de justicia, no son extraterrestes, solo personas corruptas que merecían ser denunciadas y que nosotros, por el solo hecho de ser honestos, jamas debiéramos temer.

Por Solidaridad y Justicia.-
Carlos Gutierre
EL TRABAJADOR DE SEGUROS
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15 comentarios:

Anónimo dijo...

Fuerza LALI, aca todos confiamos en vos, ya se va aclarar todo.
Carlos

Anónimo dijo...

LALI, QUE PERSONA NORMAL Y DE BIEN QUE TE CONOZCA PUEDE PENSAR Y VERTE INVOLUCRADO EN SEMEJANTE ASUNTO.
CONFIA EN DIOS QUE TODO VA A SALIR BIEN.
FUERZA!!!
PATRI

Anónimo dijo...

CREO QUE LO MEJOR QUE PUEDEN HACER CON OSVALDO SIGNORILE ES REICONPORARLO A SU TRABAJO.
JAMÁS UNA PERSONA CONO ESTA PUEDE AFECTAR A ESTA EMPRESA.
HOY MAS QUE NUNCA HAY QUE ESTAR AL LADO DE ÉL.
MIENTRAS TANTO QUE LA JUSTICIA HAGA LO SUYO.
EDUARDO

Anónimo dijo...

El señor juez que entiende la causa tendría que dedicarse a los distribuidores de drogas que son el flagelo de jovenes que llegan hasta matar por su consumo. Y a los investigadores de la Afip, antes de hacer semajante parodia para que un diario lo publique y se haga carne en los demás, investiguen un poco más a las empresas que se creen serias y son las máximas evasoras de impuestos.
NO AFLOJES LALI
MARCELO

Anónimo dijo...

Conocí personalmente a Horacio Gàspary y su esposa Elba. Supe "Carlitos" de que siendo asistente de operador de trasmisión pasaste a ser locutor del primer circuito cerrado de televisión (Canal 4 de la Terminal de Omnibus). Hoy, al leer parte de una historia nefasta, tan rica, tan llena de vida y que sinceramente no conocía, me hiciste emocionar hasta las lágrimas.
Te conocí como Presidente de un club en unas de sus fiestas, te vi rodeado de personas famosas de rosario, observé el cariño y respeto de toda esa gente y me senti orgullosa de ser tu invitada amiga.
Se que sos un hombre con ideales própios, de convicción y de principios, y que la vida debió darte muchos más que amistades reconocidas.
En este artículo que escribiste hoy, en defensa de un compañero nuestro de tareas, senti una doble emoción, sacaste a luz lo que muchos sentimos y no podemos o no queremos expresar, por miedo o por lo que sea, vos lo hiciste una vez más y ante una gran y digna persona como la és "Lali".
Me siento orgullosa que me tengas como amiga.
Solamente: Gracias Carlos

Charles Francis dijo...

Gracias por tus conceptos amiga. Y a todos por participar de esta cruzada solidaria.
Carlos Gutierre

Anónimo dijo...

LALI, todos aquellos que conocemos el tipo de persona que sos, al igual que la familia que tenes y que en este momento debe estar también muy golpeada, ya que es muy fácil hablar y después escudarse en el secreto profesional del periodismo, estamos con vos.Aunque duela no aflojes.
Héctor.

Anónimo dijo...

Que se puede decir de un padre que dedicó su vida a laburar día y noche para que a sus hijos nunca les falte nada y que aún hoy siga siendo la persona más leal que exista a pesar de las traiciones que ha sufrido. Por qué una madre que ha dedicado su vida a criar y a educar a sus 3 hijos resignándolo todo debe sufrir otra injusticia por parte de quienes nunca fueron nuestra familia...
Gracias viejos por habernos enseñado a dar más que recibir, gracias por darnos un mango cuando hubo y gracias por no darnos una moneda cuando faltó, gracias por ser leales, ir de frente y no traicionanrnos nunca. Los aman:
Gonzalo, Soledad y Marcelo

Anónimo dijo...

LALI me sumo al apoyo de todos estos mensajes, no te mereces nada de esto que esta pasando, fuerza y conta conmigo para lo que sea!
Gustavo Viruega.

Anónimo dijo...

lali, se que no sos un tipo de tomar revancha, pero como me gustaría que le inicies juicio a ese periodista que antes de investigar bien la denuncia y esperar que el juez dé su veredicto te involucró en asuntos que todos sabemos son ajenos a tu persona.
UN ABRAZO AMIGO Y NO LE AFLOJES QUE ESTAS MAS LIMPIO QUE TODOS ESOS PERIODISTAS Y EMPLEADOS DE LA AFIP, QUE SEGURO NO LES LLEGÓ EL "MENSUAL" Y SE DESQUITAN ASÍ.
RUBEN
ROSARIO

Anónimo dijo...

Yo creia que los fantasmas solo reaparecian en las peliculas,que las pesadillas eran nocturnas, quelos miedos nos envolvian cuando cometiamos maldades,pero vivia tranquila y rezando por la proteccion de mi familia y solo derrochamos amor para la nuestra, mi vida fueron mis hijos y mi esposo, y ahora vuelvo a cruzar un campo de espinas. En Dios confio.M.Rosa Jadzatoglu de Signorile

Charles Francis dijo...

Estimada señora: Lali ya cuenta en parte con la justicia de sus compañeros de trabajo que saben que clase de persona és. Lali cuenta con una familia maravillosa. Lali cuenta con el apoyo de amigos que se adhieren a este sitio.
Solamente las personas con algun tipo de maldad pueden sacar provecho a la barbarie que cometió un periodista irresponsable de un diario.
Confie en la justicia que no puede ser tan imbécil esta vez y por sobre todo en la justicia divina como usted señala.
Vaya todo mi apoyo necesario, mi solidaridad con ese compañero de trabajo y mi seguro augurio al gran ser humano que conozco desde hace 26 años en San Cristóbal.
Es la vida que a veces también se ensaña con los honestos.
Carlos Gutierre

Anónimo dijo...

GUTIERRE: Estoy recontra convencido que cuando se aclare el tema en la justicia ya vas a publicar en este sitio la resolución de la justicia y ese periodista que se apresuró a editar un artículo infame, deberá pedir disculpas ante toda una sociedad que se lo va a reclamar.
Lali mi apoyo incondicional ante esta aberración.
Ricardo

Anónimo dijo...

Estoy contenta que Lali haya vuento a la empresa y espero que la justicia aclare pronto este mal entendido, por el bien de este buen compañero y de su familia.
Patri

Anónimo dijo...

Carlos, el caso de LALI, no puede terminar con lo que ya publicaste. No sería conveniente que siguieras el caso y lo publiques por el bien de todos.
Ricardo