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La cápsula con la que se rescato a los 33 mineros (Efe)
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El 5 de agosto, un derrumbe en la mina San José, en Copiapó, al norte de Chile, dejó bajo tierra a un grupo de 33 mineros. Pasaron 17 días hasta que se pudo hacer contacto con el refugio. El texto que emergió de las entrañas de la tierra, a 700 metros de profundidad es, tal vez, la frase del año: “Estamos bien los 33 en el refugio”. A partir de ahí se abrió la esperanza.
Para el presidente Sebastián Piñera fue una cuestión de estado el poder rescatar a los obreros. Chile ya venía castigado por un devastador terremoto en febrero, semanas antes de la asunción del líder conservador. Los trabajos de rescate se iniciaron a fines de agosto. La alternativa estaba clara: cavar hasta el refugio para sacar a los mineros de a uno a través de una cápsula.
Para el 10 de septiembre, las estimaciones hablaban de un rescate para Navidad, y así se les hizo saber a los mineros. Mientras, expertos de la NASA y sobrevivientes uruguayos del Milagro de los Andes daban su apoyo y consejo a los mineros, sus familiares y los rescatistas.
Los tiempos se aceleraron y la cápsula pudo ser introducida el 13 de octubre, horas después de que la perforación llegara al refugio. Un grupo de rescatistas descendió hasta donde estaban los mineros: de a uno fueron saliendo. En promedio, la cápsula demoró unos 20 minutos en ascender. En 24 horas, la epopeya se consumió, en una de las historias más fascinantes que se recuerdan. Una audiencia mundial de al menos 600 millones de personas siguió el rescate. Los mineros fueron agasajados como héroes tras 70 días como prisioneros en las profundidades de Copiapó.
Redacción DiarioShow
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