Volvieron los salarios altos:


Los CEOs pusieron fin al sacrificio

El fuerte aumento del salario promedio que recibieron el año pasado los máximos responsables de los 15 bancos más importantes de Estados Unidos y Europa indica que, sin lugar a dudas, llegó a su fin la era del arrepentimiento por la crisis financiera.
Finalizados los gestos de grandeza de 2008 y 2009, cuando los jefes de los bancos de ambos lados del Atlántico renunciaban a sus gratificaciones para calmar el enojo del público y de los políticos por las elevadas remuneraciones del sector. En 2010, según datos compilados exclusivamente para Financial Times, el salario total de esos CEOs se incrementó 36% a 9,7 millones.
Lloyd Blankfein, número uno de Goldman Sachs, el año pasado cobró 15 veces más que en 2009, unos u$s 14 millones. Y muchos de sus pares de otros bancos abandonaron colectivamente el sacrificio. Catorce de los 15 CEOs incluidos en el estudio aceptaron un bonus en efectivo o en acciones, comparado con los seis de 2009.
Pero en esas mismas 15 instituciones la facturación subió un promedio de sólo 2,9%, en medio de condiciones de mercado más débiles de lo previsto y una reforma regulatoria que restringe drásticamente algunas de sus actividades más riesgosas.
Mientras tanto, la rentabilidad varió enormemente. Bank of América registró una pérdida neta interanual de u$s 2.200 millones en 2010 mientras que las ganancias de Goldman se derrumbaron 37%, a u$s 8.400 millones. Por el contrario, algunas de las entidades más golpeadas por la crisis, como Morgan Stanley y la francesa Société Générale mejoraron sus resultados después de pésimos desempeños en 2009. De los 15 bancos evaluados, ocho informaron mayores ganancias anuales, mientras que siete anunciaron cifras menores.
Los banqueros niegan las acusaciones de los políticos de que simplemente volvieron al ruedo como si nada hubiese pasado, después de dos años de apoyar a la indignación pública de la boca para afuera. Aún en u$s 14 millones, Blankfein está cobrando una fracción de los u$s 70 millones que se llevó a su casa en 2007. Dick Fuld, el hombre que conducía Lehman Brothers cuando quebró, ese año ganó u$s 34 millones.
Los reguladores globales, convencidos de que la dependencia de los bonos fomentaba en los banqueros la toma de riesgos excesivos y decisiones de corto plazo, exigió a los bancos una reforma en la estructura salarial de los ejecutivos para alinear mejor el riesgo con el desempeño institucional de largo plazo.
Los bancos respondieron mayormente modificando el mix salarial, en vez de reducir el monto total. Los pagos de premios ahora son escalonados a lo largo de varios años, y una mayor proporción se hace efectiva en acciones y no en efectivo. El análisis de Equilar, la firma que compiló los datos para Financial Times, indica que el año pasado en dos terceras partes de los grupos incluidos en el estudio el valor de las gratificaciones en acciones y opciones otorgadas a los máximos responsables bancarios superó los pagos en efectivo.
La mayoría subió también los sueldos fijos. Goldman, por ejemplo, en enero anunció que incrementará en más de tres veces la remuneración de Blankfein a u$s 2 millones este año, mientras que Brady Dougan, CEO de Credit Suisse, y Josef Ackermann de Deutsche Bank ambos recibieron significativos aumentos salariales en 2010. Para elaborar su compilación, Equilar se basó en información presentada por las instituciones ante entes públicos y material que los bancos hacen circular entre sus accionistas. Sin embargo, dado que las normas varían según las jurisdicciones, el estudio excluye a bancos como UBS y Santander, porque no realizan un desglose comparable del paquete salarial de sus ejecutivos.
Por diferentes razones, Vikram Pandit, el CEO de Citigroup que recibió un rescate de u$s 45.000 millones durante la crisis, no aparece entre los 15 máximos ejecutivos mejor pagos en 2010. En 2009, prometió a los legisladores que aceptaría cobrar el salario de un dólar hasta que el grupo bancario estadounidense volviera a ser rentable. Citigroup desde entonces amplió su salario básico a u$s 1,75 millones después de que la entidad obtuvo una ganancia neta de u$s 10.600 millones el año pasado, y se espera para este año su reingreso a la liga de los top 15.
Equilar justifica los premios en acciones y opciones del año fiscal en que fueron otorgados, aún cuando corresponden al desempeño del año anterior. Eso significa que el bonus de u$s 9 millones todo en acciones que recibió Brian Moynihan, CEO de Bank of America en enero de 2011 por su desempeño en 2010, por ejemplo, no fue registrado en la cifra salarial de 2010.
Equilar tampoco incluye las ganancias realizadas sobre premios en acciones otorgados en años anteriores, o el valor total de los planes de retiro de los CEOs.
Esos son componentes tradicionalmente significativos en el salario bancario. Jamie Dimon de JPMorgan Chase, el mejor pago de este año, según el estudio, con casi u$s 21 millones, realizó un adicional de u$s 35 millones de anteriores premios en acciones y opciones en 2010, según Equilar.
El tamaño de esas gratificaciones reflejan el hecho de que el enojo del público por la remuneración de los banqueros cedió algo, particularmente en Estados Unidos, donde la recuperación económica ha sido más sólida y los recortes del sector público menos draconianos que en el Reino Unido y partes de Europa continental.
Pese al fuerte incremento salarial de los CEOs bancarios, la brecha entre el sueldo promedio cobrado por los máximos ejecutivos del sector y sus pares de otras industrias sigue siendo muy inferior a los niveles anteriores a la crisis financiera.
Según otro análisis de Equilar, el paquete remuneratorio promedio total otorgado al CEO de una compañía incluida en el índice S&P 500 fue cercano a u$s 11 millones en 2010, comparado con el promedio de u$s 9,7 millones para el mismo cargo en el sector bancario. La constante presión política, los requisitos de capital más severos y las medidas más estrictas para las líneas de negocios más riesgosas -y las más rentables- que manejan los bancos, son todos factores que indican que es poco probable que en estos años los altos ejecutivos bancarios achiquen drásticamente esa diferencia, aseguran los expertos en cuestiones salariales.
Fuente: El Cronista Comercial
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