Gobierno vs CGT

 ¿Quién gana con esta pulseada? 
Por Armando Cabrera
El gobierno le dio un lugar preferencial a un sindicalista que ahora ha acaparado la atención no sólo de los 2 millones de trabajadores a quienes les descuentan el mínimo no imponible, sino a muchas personas más, que creen que el “negro” Moyano es rubio y de ojos celestes. Hay que recordar que cuando Néstor Kirchner asumió el poder, lo hizo con un bajo índice de conocimiento de la sociedad y necesitaba de inmediato lograr un apoyo importante para ir acrecentando su poder.
El camionero fue precisamente el hombre que estuvo a su lado y junto al Presidente fue cimentando su fuerza gremial. Las buenas condiciones económicas durante la gestión de Néstor, se fueron dando en los primeros años de su gestión y le permitieron a Moyano subir sus afiliados de 50 mil a 200 mil.
Así fue creciendo un sindicalista que logró además de su poder y de su fortuna personal, mejores condiciones para todos sus trabajadores.
Esto no lo imposibilitó para ir por más y llegar hasta este momento en que, con la excusa de beneficios especiales que le descuentan a los que más ganan, está construyendo un especio político opositor. No hay dudas que Moyano no nació de un repollo y no ejerció su fuerza solo. Los Kirchner necesitaron de su dominio para ejecutar con su estructura gremial lo que ellos necesitaban.
Por otra parte, la oposición no se muestra como tal y ningún político ha salido a decir que el gobierno está haciendo algunas cosas mal. Por el contrario, los partidos políticos que no son oficialistas no tienen una representación entre la sociedad para que el pueblo pueda confiar en una propuesta coherente, que además no la tienen.
Este paro fue exclusivamente de Moyano y de algunos pocos gremios adheridos a la CGT que él conduce. Sin embargo, demostró el poder de convocar y llenar la Plaza de Mayo. Creo que el gobierno se equivocó, creo un “monstruo” y ahora no sabe como sacárselo de encima.
Ya a esta altura, es difícil prescindir de este hombre que se cree Hoffa y toma las políticas combativas que tenía y lo hizo popular al líder de los camioneros norteamericanos. Puede haber varias CGT, pero sólo uno de sus titulares puede generar este fenómeno sindical de llenar una emblemática Plaza de Mayo. Ni los “gordos” ni los de la CGT “Azul y blanca” pueden lograr el poder de movilización que tienen los camioneros.

Quien gana o quien pierde en esta pulseada. El tiempo decidirá si Moyano supo acaparar este acto, o si el Gobierno capitalizó el error y pudo lograr estabilizar este poder gremial.

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