Unos cinco mil rosarinos marcharon en repudio al crimen de Mariano Ferreyra

Organizaciones sociales, gremiales, políticas y estudiantiles marcharon esta tarde por el centro de Rosario para terminar en la plaza 25 de Mayo, donde se realizó un acto en repudio del asesinato de Mariano Ferreyra, el joven militante del Partido Obrero que murió ayer en Buenos Aires.

En Rosario, minutos después de las 17.45 partió la marcha desde Plaza San Martín hacia la Plaza 25 de Mayo, en la que participaron los gremios docentes Coad y Amsafé, estatales de ATE y diversas agrupaciones políticas, sociales y estudiantiles. La movilización (de la que participaron cerca de cinco mil personas, según las estimaciones de los organizadores) salió de Plaza San Martín tomando calle Dorrego, luego marcharon por San Luis hasta Buenos Aires, y desde allí llegaron a la plaza frente a la Intendencia, donde se escucharon representantes de los distintos sectores repudiando la muerte de Ferreyra y reclamando el inmediato esclarecimiento del hecho.

En Buenos Aires, manifestantes y militantes de partidos políticos, agrupaciones de izquierda, movimientos sociales y centros de estudiantes pidieron el esclarecimiento del crimen y el castigo a los culpables.

La marcha se inició en el Congreso Nacional y en la esquina de las avenidas Corrientes y Callao, y desde allí ambas columnas se dirigieron a la Plaza de Mayo, donde dieron lectura a un documento conjunto para repudiar el homicidio y el ataque a los militantes del Partido Obrero.

El documento estuvo centrado en tres pedidos al gobierno nacional, en primer lugar “el juicio y castigo a los responsables y cómplices del asesinato”, “la reincorporación y el pase a planta permanente de los trabajadores ferroviarios despedidos”, y por último “la terminación de la tercerización”.

La convocatoria fue encabezada por los dirigentes del Partido Obrero Jorge Altamira y Marcelo Ramal; quienes estuvieron acompañados por los trabajadores de la ex Línea Roca; la titular del MST, Vilma Ripoll; el dirigente de CTA, Carlos Chile; Néstor Pitrola; Mario Cafiero; la presidenta de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, Nora Cortiñas: y el diputado Fernando Pino Solanas, entro otros.

Delante de los dirigentes organizadores marchó el trabajador tercerizado Nélson Aguirre junto a su familia y compañeros de trabajo.

Una vez que ingresaron a Plaza de Mayo, los organizadores leyeron numerosas adhesiones a la marcha, en apoyo al repudio por el crimen de Ferreyra y contra la violencia sindical, y luego dieron lectura al documento en el que se expresó: “No debe haber impunidad”.

“Queremos juicio, castigo y cárcel a los responsables y cómplices”, concluyeron los organizadores que indicaron que había más de 60 mil personas en la marcha.

Entre los manifestantes se pudo ver banderas del Partido Obrero, de la CTA, del MST, del grupo Quebracho. del movimiento Teresa Rodríguez, del Polo Obrero, del MTR, de Convergencia de Izquierda, de la Fuba, del PTS y el MAS, de la Asamblea del Pueblo, de la Unión Ferroviaria de la línea Sarmiento, y de numerosos Centros de Estudiantes.

Mientras la militante del Partido Obrero Elsa Rodríguez, de 56 años, permanecía internada “con riesgo de vida” y “pronóstico reservado”, Nelson Aguirre, el otro herido de bala, fue dado de alta médica e incluso participó en sillas de rueda del acto en Plaza de Mayo.

Sin identificados. Acerca de los responsables de la muerte del militante del PO, delegados de los trabajadores tercerizados, como Diego Carpia, afirmaron que “tenemos el nombre” del asesino y “es un tipo que es un allegado de Pablo Díaz, la mano derecha de (José) Pedraza en el Roca y encargado de los talleres de Remedios de Escalada”.

No obstante, fuentes judiciales aseveraron que no había aún personas identificadas, e incluso el titular de la Unión ferroviaria, Pedrazza, declaró ante la Justicia que no reconoció “a nadie” en las filmaciones: “No reconocí a nadie, aunque alguno me resultó de facciones reconocibles...las imágenes estaban muy borrosas”, dijo.

Ayer, un enfrentamiento en la estación Avellaneda entre trabajadores ferroviarios del gremio y tercerizados, éstos últimos acompañados por militantes del Partido Obrero, culminó con la muerte de Ferreyra y tres heridos.

El hecho provocó el unánime rechazo y repudio de partidos políticos, sindicalistas y funcionarios del gobierno y derivó en las protestas que se realizaron hoy y en la marcha a Plaza de Mayo.

La jornada estuvo signada por cortes de tránsito y medidas de fuerza en la Autopista Panamericana, en los trenes, en el Aeroparque Metropolitano y en el subte.

Las protestas estuvieron encabezadas por delegados de base y trabajadores de las empresas afectadas, como así también por partidos y grupos de izquierda y piqueteros, que rechazaron el asesinato del joven de 23 años.

Alrededor de las 19 un amplio espectro de partidos de izquierda, así como los trabajadores tercerizados ferroviarios y la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) se concentraron en Plaza.

Los manifestantes, que pedían ser recibidos por la presidenta, finalmente se reunieron con el Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, en tanto el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, hizo lo propio con los trabajadores tercerizados.

Casi simultáneamente a la movilización, en dos actos de gobierno, Fernández de Kirchner volvió a desplegar sospechas sobre una mano negra detrás del episodio en Avellaneda.

“Hay algunos que hace mucho tiempo que buscan un muerto en la Argentina y como no lo pudieron lograr desde las fuerzas de seguridad comandada por los sectores políticos de la democracia, aparecen bandas”, explicó.

La Jefa del Estado defendió la política del Ejecutivo de no reprimir “las manifestaciones políticas o sociales”, y aseguró que prefiere “pagar mil costos políticos por no reprimir, antes que lamentar la muerte de un argentino”.

Tal como lo había hecho ayer, la presidenta se mostró confiada en la identificación de los responsables por los incidentes y la muerte del joven militante porque “hay muchas imágenes y pueden identificarse a todas las personas que intervinieron en esa movilización”.

“Demoslé el crédito que hay móviles políticos más allá que todos sepamos las cosas que han ocurrido en el país y los personajes que actuaron”. Sin mencionar a Eduardo Duhalde, la presidenta se manejó con esas suspicacias, aunque el Jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, al referirse al ex mandatario y una posible vinculación con el enfrentamiento, recalcó por la mañana: “No dije en ningún momento esas cosas ni pienso eso. No tengo nada por qué decir semejante cosa”, afirmó.

Quienes sí insistieron con que Duhalde estuvo detrás fueron el jefe de la CGT, Hugo Moyano, y el dirigente piquetero Luis D'Elía.

Moyano recordó que “hace no mucho tiempo Duhalde había mencionado que el país iba camino al 2001, cuando la gente salió a las calles, entonces parecería que se quiere crear un clima apuntando a eso, parecería que está todo mal”.

En tanto D'Elía afirmó que “Alberto Trezza, quien fuera subsecretario de Transporte ferroviario” del gobierno de Duhalde, “encabezó la patota que ayer asesinó a Mariano Ferreyra”. (DyN y Télam)
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