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“El Seguro y el Reaseguro Nacional son una herramienta económica y social que debe estar al servicio del desarrollo humano y empresarial de la REPÚBLICA ARGENTINA”.
Por José Antonio Vieites.
Esp. Derecho del Seguro.
ANTECEDENTES
El año 1946, sumadas las voluntades de los dos partidos nacionales mayoritarios, el peronismo y la UCR, y fruto de la necesaria intervención del Estado en la economía, surgió la última política aseguradora concertada, estructurada y con objetivos a largo plazo que existió en la República Argentina. Dicha política sentó las bases de lo que luego sería un mercado nacional de seguros y reaseguros. Su principal expresión fue la creación del Instituto Mixto Argentino de Reaseguros (IMAR), que funcionó desde 1948 hasta 1952, año en el cual fue nacionalizado y convertido en el Instituto Nacional de Reaseguros (INDER). Luego de 45 años de funcionamiento, en medio de los vaivenes de la política y la economía argentina, a comienzos de la década de 1980 SE PROVOCA una profunda crisis en el sector, que comenzó a desfinanciarse, afectando fuertemente a las compañías y al mismo INDER. Finalmente, en el año 1992, en el marco de las políticas neoliberales del gobierno de Carlos Saúl Menem, el Decreto de Necesidad y Urgencia N° 171/92 ordenó la liquidación del INDER. Esta política continúa hasta nuestros días.
Haciendo un análisis del periodo 1946-1952, se puede ver claramente que con la nacionalización del IMAR y la subsiguiente creación del INDER se cerró una importante etapa en materia de consolidación del mercado de seguros y reaseguros argentinos; etapa signada, esencialmente, por los esfuerzos tendientes a reducir al mínimo el drenaje de divisas en concepto de reaseguros al exterior. En resumen, en 1946 fueron colocadas en el exterior el 44% de las operaciones de reaseguros realizadas. Para el ramo Incendio, el déficit fue del 36%, para Transportes Marítimos del 60% y para Vida del 78%. El panorama cambió sustancialmente. El porcentaje de negocios cedidos al extranjero representó en 1958 el 0,36%. A su vez, muchos de los ramos que antes de la creación del IMAR eran decididamente deficitarios, se habían transformado en rubros positivos.
La protección del seguro y el reaseguro argentino se materializó a través del accionar del IMAR con respecto a la obligación de asegurar en el mercado local a personas, bienes o cualquier otro interés asegurable de jurisdicción nacional. En esta obligación se incluían, además, los riesgos pertenecientes al Estado Nacional, los gobiernos provinciales, municipalidades y entidades autárquicas. (Todos ellos, riesgos muy sensibles a nuestra Soberanía Nacional e Independencia Económica).
Finalmente, se debe hacer una aclaración frente a un concepto erróneo que se repite con frecuencia. El IMAR no fue creado con la sola idea de ahorrar divisas. Se creyó necesario formar un fuerte mercado de seguros para disminuir la dependencia del exterior –muy acentuada en esta materia– y para contribuir a la defensa económica del país. Toda la estructura legal que enmarcó la acción del Instituto y planificó la operatoria de la plaza se integró dentro del proceso general de sustitución de importaciones. En este sentido, lo que se logró con su gestión fue que la Argentina importara sólo la protección que no estaba en condiciones de producir por sí misma, en forma semejante al proceso que se operaba desde la década del 30 en otros tipos de industrias sustitutivas de importaciones, cuyo desarrollo el Estado promovió como factor generador de fuentes de trabajo y productoras de ingreso nacional.
Se trató, de esta manera, de utilizar al máximo la capacidad de absorción de la plaza, sin vulnerar su estabilidad. Dicha capacidad fue determinada en gran medida por la cantidad y el volumen de operaciones que las entidades aseguradoras realizaban, al aumentar éstas por su participación en los Fondos de Retrocesiones que estructuraba y distribuía el Instituto. Además el sistema permitía el funcionamiento de una auténtica competencia entre las empresas de seguros, ya que cada entidad tenía garantizada la obtención de reaseguro por parte del IMAR, con lo cual se eliminaba la influencia que ejercían los reaseguradores extranjeros sobre el desenvolvimiento del mercado.
Finalmente, la acción del Instituto reforzó la independencia del mercado asegurador nacional, liberándolo de cualquier tipo de dependencia de los grandes centros reaseguradores del exterior y manteniendo bajo control argentino el centro de decisión en materia de política del seguro y del reaseguro.
El Seguro y El Reaseguro, constituyen la más moderna institución destinada a procurar la conservación de la riqueza de las naciones, mediante la protección de su patrimonio económico y humano. Resulta lógico, entonces, que la República Argentina busque el crecimiento y consolidación de su mercado asegurador como un medio para contar con una adecuada protección de su patrimonio nacional y evitar el drenaje de divisas que representa la contratación de seguros en el exterior.
CONCLUSIONES
Un Reasegurador Nacional se convertirá, en uno de los principales promotores de las llamadas "exportaciones invisibles", favoreciendo además, el proceso general de sustitución de importaciones en un área especialmente sensible de la Argentina como es la contratación y el pago de servicios externos.
El funcionamiento de un Reasegurador Nacional es la herramienta idónea tanto para crear y consolidar el sistema nacional de seguros y reaseguros, como para expandirlo, generando compañías sólidas, haciendo crecer la oferta del seguro en la República Argentina, al mismo tiempo que se evitará la salida de divisas al exterior en concepto de reaseguros.
Sepámoslo, que el negocio del seguro es uno de los que más celosamente defienden los grupos internacionales, por tratarse de una forma indirecta de controlar el potencial económico de un País, siendo quizás una de las formas más sutiles de imperialismo moderno y sofisticado.
En las décadas vividas y sufridas por los argentinos de sometimiento a dictaduras militares y neoliberalismo, los hombres y nombres de la economía siempre estuvieron vinculados con la actividad aseguradora y la mayoría con las empresas extranjeras del sector, inclusive varios ex Superintendentes de Seguros de la Nación.
A tenor de lo expuesto y como breve síntesis, debo señalar: Que tener una política nacional de seguros y reaseguros brindará
A) Un máximo aprovechamiento de la capacidad de absorción de la plaza aseguradora argentina.
B) Igualdad de condiciones para todas las aseguradoras.
C) Desarrollo del cooperativismo.
D) Ejercicio real de la competencia.
E) Sustitución de importaciones
F) Exportaciones no tradicionales.
G) Se evita el drenaje de divisas, por el pago de servicios que el País está en condiciones de efectuar.
H) Superávit por naturaleza.
I) Contribuye al Tesoro Nacional.
J) Generación de fuentes de trabajo.
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