De la euforia a la tristeza: la pelea "Maravilla" y Chávez, desde la otra tribuna


Durante el último round, la transmisión de la TV mexicana pasó de la locura a la decepción en pocos segundos. Julio César Chávez padre, usual comentarista, decidió ver el combate desde la esquina, junto al staff de su hijo
Fueron tres minutos finales para el infarto. 180 segundos en los que el argentino podría refrendar todo lo bueno hecho en los primeros 11 asaltos o dar acuse del cansancio y caer por demolición. El mexicano, consciente de esta situación, apostó todo a ese último instante para la gloria.
No solo eran dos boxeadores arriba del ring. Eran dos cuerpos representando a  miles de almas  argentinas y mexicanas que vibraban con cada intercambio desde sus asientos en el Thomas y Mack Center de la ciudad de Las Vegas o a través de sus televisores en diversos puntos del planeta.
Quienes también sufrieron, gozaron y se  emocionaron con los cruces entre 'Maravilla' yChávez Jr. fueron los integrantes de las transmisiones televisivas que llevaron las imágenes a millones de hogares alrededor del mundo. Desde la Televisión Azteca, los encargados de transmitir la pelea para México también expresaron todo su fervor por el oriundo de Sinaloa.
El relato del último round fue un fiel reflejo de la montaña rusa de emociones que desata esta disciplina. Sabiendo que Chávez estaba en clara desventaja, los periodistas, con una profunda ilusión, destacaron el apoyo de todo el pueblo mexicano y le pidieron que dé su último esfuerzo por ellos.
Cuando faltaba tan solo 1 minuto y 25 segundos para el final, el argentino cayó y la efusividad del periodista y de sus acompañantes llegó al punto más elevado. La esperanza se acrecentó cuando unos segundos después Martínez volvió a desplomarse sobre la lona.
El delirio se apoderó de las palabras del relator, pero al no concretar el knock out, el objetivo de Chávez quedó definitivamente postergado. La euforia se convirtió en un profundo lamento: “Julio dejó crecer a ‘Maravilla’. Es un momento muy duro para el campeón del mundo”, gritó.
El conocido Gran Campeón Mexicano Julio César Chávez eligió, por esta vez, dejar su asiento como comentarista de la transmisión mexicana para estar en la esquina, junto al equipo que acompañó a su hijo.
A pesar de que estuvo al borde de noquear a 'Maravilla', Chávez se quedó con la manos vacías y cedió su título de campeón mediano del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) a manos del argentino.
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